Leyes recién promulgadas, órganos legislativos que acaban de jurar sus cargos y propósitos de Año Nuevo aparte, el inicio de 2019 trae consigo un cambio importante en el sector de la alimentación y las bebidas. A partir de la fecha de auditoría del 1 de febrero, el mandato de la edición 8 de la Norma BRC para la Seguridad Alimentaria está afectando a empresas de todo el mundo que están adoptando una nueva perspectiva de sus mentalidades y medidas en materia de seguridad alimentaria.
Los cambios de la Issue 8 en el BRCGS Global Standard for Food Safety anunciados en 2018 y efectivos para las auditorías de este mes, se hicieron después de una cuidadosa consideración y colaboración entre equipos compuestos por fabricantes de alimentos, operadores de servicios de alimentos, minoristas, organizaciones de certificación y expertos técnicos independientes.
A continuación le explicamos cómo afecta a la industria alimentaria y de bebidas, y cómo encaja la inspección por rayos X en estos cambios:
Una cultura de seguridad alimentaria obligatoria:
La cláusula Issue 8 se publicó el año pasado como parte de la Norma Mundial de Seguridad Alimentaria del BRCGS, que exige a los fabricantes elaborar “un plan estratégico de cultura alimentaria”.
Como parte de la elaboración y ejecución de planes para mejorar la cultura de la seguridad alimentaria, se pide a los fabricantes que evalúen su cultura actual, introduzcan mejoras y, a continuación, revisen la eficacia de dichas mejoras. Las evaluaciones pueden incluir encuestas a los empleados sobre los valores de la empresa y la cultura de seguridad alimentaria, una revisión de las prácticas e intervenciones actuales en materia de seguridad alimentaria y una evaluación de la formación. Las actividades de seguridad alimentaria que deben revisarse incluyen la determinación de las formas en que se comprueba la seguridad de los alimentos y las bebidas. Esto, a su vez, implica el uso de sistemas de rayos X para encontrar y rechazar contaminantes.
Compromiso de la alta dirección:
Para que exista una cultura sólida de seguridad alimentaria, la alta dirección debe comprometerse con la seguridad alimentaria, centrándose en canales abiertos de comunicación y en la mejora continua. Las áreas de mejora pueden incluir métodos de inspección de productos para detectar contaminantes físicos y lugares en los que los sistemas de detección pueden evitar problemas relacionados con la seguridad.
Entorno operativo seguro y control medioambiental:
La evaluación de la seguridad de las instalaciones abarca las normas del emplazamiento, el personal y las zonas de riesgo de producción de alto riesgo/alta atención/alta atención ambiental. Además de factores como la ropa de protección y la limpieza de los equipos, el funcionamiento seguro de una planta implica la detección y el control de contaminantes extraños en los productos que pueden perjudicar tanto a los consumidores como a los empleados.
Planes y sistemas:
Los sistemas APPCC y de gestión de la calidad y la seguridad alimentaria identifican y permiten a las empresas gestionar los peligros, así como documentar y gestionar los sistemas para, en última instancia, elaborar productos seguros. La documentación es una parte importante de estos planes y sistemas de gestión. Esto puede conseguirse mediante equipos y programas informáticos que registren información importante sobre los productos, como las imágenes de los productos captadas durante la inspección por rayos X.
Aumento de la seguridad alimentaria:
Según los cambios de la Norma 8, se anima a los fabricantes a seguir desarrollando sistemas de defensa y seguridad alimentaria para prevenir cualquier problema de seguridad causado por la manipulación intencionada de alimentos u otras acciones que afecten a la seguridad de la cadena alimentaria. Además de detectar contaminantes extraños, los sistemas de inspección por rayos X pueden comprobar atributos de calidad cruciales del producto, como la integridad del envase y el recuento de componentes.