La cadena de suministro de la carne está reglamentada por numerosas normas y regulaciones que son cada vez más estrictas, dado que los minoristas aumentan la presión sobre los fabricantes y frigoríficos para recibir siempre productos cárnicos seguros y de alta calidad para proteger la reputación de sus marcas ante los consumidores. Para seguir abasteciendo a los principales minoristas y los lucrativos mercados internacionales, los fabricantes de carne y los frigoríficos deben asegurarse de que sus productos cumplan tanto las directrices de los minoristas como las normativas nacionales.
Sin embargo, cumplir los requisitos de los minoristas y los gobiernos es más difícil de lo que parece. El origen orgánico de la carne significa que es sumamente variable en cuanto a tamaño, forma, contenido graso y magro, textura y frescura, lo que hace que a los fabricantes les resulte difícil obtener una calidad constante en todos sus productos. Además, el aumento de la competencia mundial está presionando a los fabricantes para que mejoren la calidad de sus productos y maximicen la seguridad de los alimentos, mientras que el incremento de los costos de las materias primas los obliga a reducir los costos de fabricación para proteger sus márgenes de ganancia. ¿Cómo pueden enfrentar los fabricantes estas presiones?
¿Qué es lo que los minoristas exigen a los fabricantes?
Debido al aumento de la competencia entre las distintas tiendas minoristas y dentro del mismo estante del supermercado, es fundamental que los productos alimenticios sean seguros, de alta calidad constante y que ofrezcan un buen sabor, porciones bien graduadas y una excelente relación entre calidad y precio. Si los productos no satisfacen estas exigencias, los fabricantes corren el riesgo de que los acuerdos con los proveedores se renegocien e incluso se anulen. En el peor de los casos, como un retiro de productos, esto puede dañar de forma permanente la relación del minorista con el consumidor.
Protección de los márgenes de ganancias
Para acceder y mantener el acceso a contratos en mercados lucrativos, los fabricantes de carne tienen que asegurarse de que sus productos cumplan las exigencias de calidad constante al precio adecuado de los minoristas. Esto significa garantizar los productos sean seguros para el consumo humano, sin contaminación con cuerpos extraños.
También es esencial que los fabricantes de carne protejan sus márgenes de ganancia contra las amenazas de la creciente competencia mundial, el aumento de los costos laborales y la volatilidad de los costos de la carne cruda. Para abordar estos problemas, cada vez más fabricantes de productos cárnicos buscan soluciones para maximizar la eficiencia de su línea de producción, reduciendo el desperdicio de productos y maximizando la velocidad de producción. Afortunadamente, hay muchas tecnologías disponibles hoy que pueden ayudar a los fabricantes de carne a mantener la calidad y seguridad de los productos para cumplir los requisitos normativos y de los minoristas y, al mismo tiempo, ayudarles a mejorar la eficiencia y la productividad.
Presencia de cuerpos extraños en los productos
Uno de los principales riesgos relacionados con la carne durante la producción es la contaminación con cuerpos extraños. La carne es particularmente vulnerable a la contaminación causada por alambre o piedras ingeridos accidentalmente por el animal, agujas rotas de tratamientos veterinarios o fragmentos óseos de las carcasas. Durante la producción, otras fuentes de contaminación física también pueden afectar al producto, entre ellas astillas de metal y goma provenientes de maquinarias de procesamiento dañadas, o incluso vidrio o plásticos del envase.
Teniendo todo esto en cuenta, es importante que los fabricantes dispongan de soluciones de inspección de productos que sean adecuadas y eficaces para minimizar el riesgo de que la contaminación física llegue a los consumidores finales. La tecnología de inspección por rayos-x, por ejemplo, es capaz de detectar y rechazar diversos cuerpos extraños, entre ellos vidrio, metal, goma, algunos plásticos, piedras y hueso calcificado, lo que permite que los fabricantes detecten varias formas de contaminación al mismo tiempo. Los sistemas avanzados de inspección por rayos-x ahora son capaces de identificar incluso fragmentos minúsculos de cuerpos extraños en productos y envases de densidad similar a la del contaminante a altas velocidades de producción, maximizando los índices de detección de los fabricantes y aumentando al mismo tiempo la eficiencia. Todo esto puede ayudar a satisfacer los requisitos de cumplimiento a altas velocidades de producción, sin sacrificar la productividad.
Inspección de la carne para una medición precisa del contenido graso
Además de protegerse contra la contaminación por cuerpos extraños, los fabricantes de carne también deben integrar métodos en sus líneas de producción para medir con precisión el contenido graso de sus productos. No se trata solamente de garantizar el cumplimiento de la legislación sobre declaración de contenido o de atender la demanda de alimentos más saludables de los minoristas, sino también de asegurarse de que se minimice el desperdicio de producto. El contenido graso es valioso para los fabricantes dado que ayuda a garantizar que la carne ofrezca un buen sabor a los consumidores finales, de modo que desperdiciar demasiada grasa puede ser costoso y afectar la eficiencia. El control preciso de la grasa en los productos cárnicos puede ayudar a mantener un buen equilibrio entre el contenido graso y el valor del porcentaje de grasa (chemical lean, o CL), minimizando el exceso de contenido graso para proteger los márgenes de ganancia y reduciendo el riesgo de los perjudiciales reclamos por grasa excesiva.
En este momento ya hay tecnologías en línea de alto rendimiento que automatizan totalmente el proceso de medición de contenido graso, lo que permite que los fabricantes de carne inspeccionen todos los productos para garantizar un equilibrio constante entre contenido graso y CL sin afectar la productividad. Las soluciones avanzadas de medición de contenido graso ofrecen medición a alta velocidad y de alta precisión a medida que los productos pasan por el transportador, permitiendo que los fabricantes supervisen estrechamente los valores nutricionales de sus alimentos para cumplir los requisitos normativos y satisfacer las necesidades de los minoristas sin desperdiciar contenido graso valioso. Cualquier tendencia negativa en el contenido puede ser utilizada entonces por los operadores de la línea para ajustar los sistemas en las primeras etapas del procesamiento para minimizar el riesgo de productos no aptos en el futuro.
Las tecnologías avanzadas de inspección por rayos-x ahora pueden realizar mediciones de contenido graso de alto rendimiento en combinación con inspección de cuerpos extraños y medición de peso. Esta funcionalidad múltiple puede maximizar la velocidad de producción, optimizando la productividad para los fabricantes a los que les importa la eficiencia, mientras que la medición de peso de alta precisión puede ayudarles a mejorar la exactitud de la clasificación de los productos cárnicos para ayudarles a mantener una calidad constante. Todo esto puede permitirles satisfacer las necesidades de los minoristas y cumplir los requisitos normativos y, al mismo tiempo, mejorar la eficiencia y proteger sus márgenes de ganancias.
El futuro para los fabricantes de carne
Las presiones económicas y de los minoristas sobre los fabricantes de productos cárnicos seguirán aumentando, pues los minoristas se enfrentan a una creciente competencia y deben esforzarse para conservar la fidelidad de los consumidores. Los fabricantes de carne, a su vez, deben resolver los problemas planteados por un mercado más globalizado y examinar la eficacia de todo su proceso de producción para mantenerse un paso por delante de sus rivales.
Al optimizar la detección de cuerpos extraños y la medición de contenido graso en sus líneas de producción, los fabricantes de carne pueden proteger sus costos finales (mejorando la eficiencia de la línea de producción y reduciendo el desperdicio de productos) y aumentar sus ingresos totales (mediante el cumplimiento de las normativas y regulaciones de seguridad alimentaria) y asegurarse de que únicamente productos de alta calidad lleguen a los supermercados o restaurantes.