El futuro de la fabricación ya está aquí, ya que la automatización redefine los procesos y la producción de alimentos y bebidas. Como parte de la evolución hacia una mayor automatización integral, los sistemas avanzados de rayos X mejoran el flujo del proceso inspeccionando los productos en varios puntos de control críticos, reduciendo la mano de obra, permitiendo cambios rápidos y precisos y proporcionando importantes datos de seguimiento.
Incluso antes de los acontecimientos de este último año, la industria manufacturera estaba en vías de transformación.
Las tecnologías de automatización mejoradas han llegado en un momento oportuno, ya que los fabricantes se enfrentan a continuos retos laborales, a carteras de productos más diversas y complejas y a la necesidad de mejorar la velocidad y el tiempo de actividad, reduciendo al mismo tiempo los errores y las retiradas de productos. Aunque el ritmo del cambio ha sido más lento en algunas partes del sector de la alimentación y las bebidas en comparación con otras industrias, muchos expertos coinciden en que los sistemas automatizados y a menudo integrados, desde la robótica a los drones y las máquinas de rayos X, seguirán proliferando y cambiando la forma en que se producen los artículos para el consumo humano.
Por supuesto, los sistemas automatizados, si bien alivian los problemas de mano de obra, hacen algo más que sustituir a los trabajadores en ciertos puntos de la línea. Al adoptar sistemas automatizados, los fabricantes de alimentos y bebidas pueden mejorar la seguridad, la calidad, la eficacia y la rapidez de sus instalaciones.
Las máquinas de rayos X son una parte integral de las soluciones de fabricación automatizada que mantienen la seguridad y la calidad de los productos en movimiento de un extremo a otro de la línea. En última instancia, las máquinas de rayos X pueden optimizar el flujo de los procesos, lo que permite a los fabricantes ahorrar tiempo y dinero y proteger sus marcas, una prioridad en un momento de intensa competencia y continua incertidumbre en el mercado.
Las tecnologías de inspección automatizada están diseñadas intrínsecamente para mejorar el flujo. He aquí cuatro formas en que las máquinas de rayos X ayudan a lograr ese objetivo:
Inspección de principio a fin
Los sistemas de inspección, que se instalan en múltiples puntos de una instalación, desde la entrada de materiales a granel hasta el procesamiento en línea y los paquetes listos para su envío, detectan y rechazan automáticamente los productos que no cumplen las normas de seguridad y calidad, manteniendo el flujo de productos y alcanzando los objetivos de velocidad y eficiencia. Tomemos el ejemplo de los cereales: La tecnología de discriminación de materiales de doble energía (MDX) de Eagle puede detectar pequeñas piedras, vidrio y metal en los materiales a granel entrantes y eliminar inmediatamente esos contaminantes sin detener la línea. Al final de la línea, una máquina Eagle diseñada para la inspección de productos envasados escanea los envases de cereales en busca de cualquier material extraño que pudiera haberse introducido en otros puntos del proceso de producción, evitando retiradas y cubriendo todas las bases de seguridad y calidad para un fabricante. La inspección de extremo a extremo puede aplicarse a muchas categorías de productos y aplicaciones.
Optimización de la mano de obra
Ya sea debido al impacto de la COVID-19 o a la escasez de mano de obra en un mercado o región concretos, las máquinas de rayos X automatizadas ayudan a los fabricantes con escasez de mano de obra a eliminar la inspección manual, perturbadora, lenta y propensa a errores, realizando importantes comprobaciones de calidad y seguridad. En lugar de que varios trabajadores realicen comprobaciones visuales para detectar materiales extraños e incoherencias o lagunas relacionadas con la calidad, sólo se necesita un operario para una máquina que realiza el trabajo de forma automática y precisa. De este modo, se puede liberar a otros empleados para que se ocupen de otras tareas en la línea o en las instalaciones. Si surge algún problema, el operario de la máquina puede recibir supervisión y asistencia técnica a distancia, lo que reduce al mínimo el tiempo de inactividad y la necesidad de que varios empleados se dediquen a la resolución de problemas.
Cambio más rápido y sencillo
En los últimos años, hemos observado la tendencia de las empresas a añadir más y diferentes productos a sus carteras. A medida que los fabricantes amplían sus líneas de productos para adaptarse a las necesidades y demandas del mercado, pueden encontrarse con dificultades para mantener el flujo del proceso. Gracias al cambio rápido y sencillo de los parámetros de inspección entre productos, las soluciones automatizadas de rayos X optimizan el flujo del proceso y ahorran a los fabricantes tiempo y dinero sin sacrificar la coherencia, la calidad y la seguridad. Esto es especialmente importante para los co-packers que requieren múltiples cambios.
Entre otras soluciones, quienes fabrican múltiples productos pueden aprovechar el software SimulTask PRO™, propiedad de Eagle, que tiene la capacidad de inspeccionar simultáneamente diferentes productos sin necesidad de cambios manuales, lo que minimiza la pérdida de tiempo de producción.
Datos procesables y compartibles
Disponer de datos procesables en tiempo real también mejora el flujo del proceso, ya que limita las interrupciones y mide la eficiencia para que los fabricantes puedan tomar buenas decisiones con información completa. Mediante sistemas de software avanzados como las plataformas SimulTask™ PRO y TraceServer™ de Eagle, un fabricante puede realizar un seguimiento de los productos a través del procesamiento y el envasado, reduciendo el tiempo de inactividad en caso de lotes o productos dudosos. Disponer de informes detallados y de fácil acceso también ayuda a una empresa de alimentación y bebidas a lograr un mejor flujo de procesos, lo que puede conseguirse con el software TraceServer™, que recopila informes y almacena información en una base de datos central que puede integrarse con otros sistemas automatizados.
El cambio a los sistemas automatizados puede parecer desalentador, pero las tecnologías actuales permiten a los fabricantes empezar con ciertos sistemas e integrarlos con otras capacidades a medida que se añaden. Además, las mejoras inmediatas en el flujo de procesos, así como en la prevención de retiradas y el cumplimiento de la normativa, amortizan la inversión con bastante rapidez.